jueves, 9 de junio de 2011

La emotiva cena con los campeones del 71

CUARENTA ANOS DESPUÉS. JUGADORES E HINCHAS VIVIERON UNA NOCHE INOLVIDABLE

Arriba: Víctor Espárrago, Luis Ramos, lldo Maneiro, Washington Calcaterra,
Washington Abad, Héctor Santos, Juan Masnik, Juan Duarte, Luis Artime,
Atilio Ancheta, Airton Correia de Anuda (Manga), Julio César Morales, Ángel
Brunell y Luis Cubilla. Abajo: Ignacio Prieto, Ricardo Alarcón, Juan Carlos
Mamelli, Rubén Bareño, Julio Montero Castillo, Juan Martín Mugica, doctor
Carlos Suero.Cuatro décadas después Nacional volvió a reunir en su sede a
los héroes de aquella campaña, unos cargando sobre sus piernas el paso de
los años y otros casi con la misma fisonomía de aquellos tiempos, acaso con
alguna cana que otra.


Arriba: Víctor Espárrago, Luis Ramos, lldo Maneiro, Washington Calcaterra,
Washington Abad, Héctor Santos, Juan Masnik, Juan Duarte, Luis Artime,
Atilio Ancheta, Airton Correia de Anuda (Manga), Julio César Morales, Ángel
Brunell y Luis Cubilla. Abajo: Ignacio Prieto, Ricardo Alarcón, Juan Carlos
Mamelli, Rubén Bareño, Julio Montero Castillo, Juan Martín Mugica, doctor
Carlos Suero.Cuatro décadas después Nacional volvió a reunir en su sede a
los héroes de aquella campaña, unos cargando sobre sus piernas el paso de
los años y otros casi con la misma fisonomía de aquellos tiempos, acaso con
alguna cana que otra.
La sede del Club Nacional de Football ofició de "máquina del tiempo" el
sábado en la noche para trasladar a los presentes hacia el pasado cuarenta
años, en una velada plena de emoción en la que varios campeones de América
se reencontraron después de mucho tiempo y recibieron un homenaje muy
especial.

GOLEADOR : LA EMOCIÓN DE LUIS ARTIME

Una de las notas salientes de la noche fue la profunda emoción que dominó al
héroe de tantas noches, "El Artillero" Luis Artime a lo largo de la noche.
El argentino fue depositario del afecto de todos los presentes y recibió un
regalo "extra" que cerró el evento, cuando Javier Moreira, relator de la
transmisión partidaria "Pasión Tricolor" relató la imaginaria jugada en la
que tocaron la pelota todos los campeones y terminó con centro de Cubilla y
gol de Artime, provocando el grito de gol de la mayoría de los presentes.

MANGA : "MÁS ALEGRE QUE EN EL GOL DE ARCO A ARCO"

El arquero norteño fue el primero en acercarse al estrado motivando la
primera gran ovación de la noche. Algunos minutos después el portero dijo
sentirse "muy contento de estar aquí en Uruguay después de 40 años, rodeado
de todos mis amigos.
Después del 74 no había vuelto por acá, son muchos años, porque primero me
fui nuevamente a Ecuador y luego a Porto Alegre. Me genera muchos recuerdos
y más alegría que cuando hice el gol de arco a arco aquí en Uruguay. Es una
alegría muy grande."
El portero fue interrogado también acerca de una vieja leyenda que existe
entre los tricolores; Manga cobraba los premios de los clásicos antes de
jugarlos: "Empezó como una broma y pegó, porque me dijeron 'así que antes de
jugar tengo que pagar el premio'... y se dio así; de cualquier manera, se
ganaba, siempre con respeto con el presidente que era un amigo".
Doscientos hinchas albos aproximadamente se aseguraron su lugar para cenar
junto a los campeones como testigos privilegiados de un reencuentro que
quedará en la historia de la institución.
Allí estaban, como en las viejas fotos, Víctor Espárrago, lldo Maneiro, "El
Chueco" Juan Masnik, Atilio Ancheta, Ángel "Pocho" Brunell, Luis Cubilla, el
chileno Ignacio Prieto, Julio Montero Castillo, Juan Martín Mugica,
Airton Correia de Amida, Julio César Morales, los argentinos Juan Carlos
"Palito" Mamelli y Luis Artime, Rubén Bareño, Luis "Chufla" Ramos,
Calcaterra, Washington "Turco" Abad, Héctor Santos y Juan Duarte, los
primeros en meterse en la gran historia del club, junto a Juan Carlos Blanco
y Luis Ubiña, los únicos que no pudieron estar en la celebración.
El comienzo de la noche tuvo tres grandes ovaciones, la primera cuando bajó
las escaleras desde el primer piso la figura imponente de Manga, con sus
meñiques deformados pero la misma postura intimidante de aquellos tiempos;
luego la sede "explotó" en aplausos cuando "Cascarilla" Morales bajó los
escalones casi corriendo y gritando cuan fuerte podía "Nacional nomá"
crispando sus puños y elevando sus brazos con una euforia contagiante.
Fuente: La Republica