Conozcamos a Edgardo Ramos Verde
Presidente de la Agrupación de Atletas del Uruguay.
Una entrevista se puede realizar con fines diversos, cualquiera sea el propósito siempre quedamos con alguna insatisfacción debido a lo rico y cambiante que es un ser humano.
Sin embargo el caso de Edgardo me resultó muy llamativo, fui más profundo y extenso de lo que lo hago habitualmente en las entrevistas de atletas, y su transparencia en ese nivel del interrogatorio me llamó la atención.
Como siempre nos pasa creí que lo conocía un poco más, sin embargo estaba equivocado.
Realmente debo confesar que en todos los reportajes que he realizado quienes debieron responder a mis preguntas, creo que sin excepción, lo hicieron con transparencia.
A pesar de eso, ¡Que poco conocemos de ellos, aunque nos esforcemos!, siempre he pensado que la verdadera realidad interior de cada persona es de los objetos de estudio más difícil de acceder.
Uno de los objetos de la naturaleza más interesante y complejo para su estudio es el cerebro humano, y no se le puede concebir sin dejar de considerar su unidad con el resto del organismo y el entorno.
Desde por lo menos el nacimiento nos ponemos en contacto con nuestra psiquis y las de las personas que nos rodean. Sin embargo en los demás individuos sólo la conocemos por sus expresiones externas.
De niño de poco más de ocho años me atrajo conocer uno de los productos del cerebro más a mi alcance: mi propio pensamiento.
Sobre todo el área que está en nuestra primaria introspección, el sector de la producción del pensamiento inmediato, lo que ha dado en llamarse plano conciente.
Al inicio, la memoria, las ordenes involuntarias al resto del organismo, las conductas que parecen no tener una decisión previa consciente de los sujetos, el súper yo que nos indica lo bueno y lo malo, los instintos y las emociones que son la salsa de la vida, se nos hacen menos alcanzables a nuestro razonamiento cotidiano.
Más tarde estando ya en el liceo, previo apoyo en algunas lecturas de psicólogos, no me fue tan difícil conocer algunos de esos aspectos de mi propio sistema nervioso central.
Sin embargo las personas con quienes hemos convivido, familiares, amigos, compañeros de estudios, maestros, profesores, alumnos, pacientes, es decir, los miles de seres humanos que nos rodean, se acercan y se alejan de nuestro lado dejando señales profundas de su personalidad.
Señales que no siempre podemos desentrañar, y conocer cuanta información encierran.
La dinámica del cambio de una persona, la cual es permanente, y los planos concientes o inconcientemente ocultos en cada uno, hace que la tarea de conocer a fondo un ser humano sea parcial y siempre provisoria.
En otro sentido hemos elaborado múltiples religiones para dar respuesta a la pregunta: ¿Eso que yo digo que es producto del cerebro, no es algo más que eso? ¿Es un alma que perdurará a nuestras vidas, perviviendo en un lugar privilegiado o en un sitio de castigos en función de las conductas ejercidas en la tierra?
Cuanto menos conocemos más mistificamos.
Aunque escuches sus palabras, veas sus formas de vestir, su aspecto físico, sus posturas corporales, la expresión del rostro, sus estados de ánimo, la dinámica de su conversación, la expresión de sus ojos, sus emociones, sus conductas instintivas, su conducta social, sus estudios, sus procesos de razonamiento, sus valores, aún todavía no lo conoces y seguramente tampoco él a si mismo. Y claro, el contenido de las palabras, lo que dicen y lo que no dicen, los tiempos.
Cuando interrogo a alguna persona con fines diversos puedo muchas veces captar cuando me están deformando los hechos. Ves en la dinámica postural corporal, en los gestos de las manos, del rostro, el cambio de modulación de la voz, las palabras que se usan y las frases que se articulan, los ojos a donde miran, como miran, con cuanta intensidad se expresan, los movimientos de pestañas y cejas, del globo ocular
Me apasiona el tema, muchos años de relación humana en ámbitos muy variados y el estudio aportan mucho, no obstante el objeto de estudio siempre tiene una cuestión más sobre la que no hay respuesta, y nos obliga a la cautela, y a la duda con respecto a las afirmaciones que podamos hacer.
Nos hemos habituados a efectuar un análisis casi automatizado, casi intuitivo, incorporado a lo largo de miles de interrelaciones con estudiantes, pacientes, colegas, y sobre todo te lo agudiza el haber estado detrás de un mostrador del bar y del almacén.
. Por eso le comentaba a Edgardo lo interesante que hubiera sido un video o entrevistar al aire en televisión.
Es una evidencia que para la A.A.U. ha sido un tiempo de crecer, y como siempre allí estaba él, quien por su perfil psicológico podía conducir al grupo de dirección por el mejor sendero.
Seguramente sabía interrelacionarse con sus pares y con el entorno. Creo que está marcado con algunas de las condiciones y vocaciones que uno identifica en esta clase de gente, quienes además conocen los riesgos, y los afrontan sin claudicar.
Estas sociedades en las que vivimos te forman básicamente para acatar, por eso el conocimiento de cómo opera tu mente, el como investigar, como administrar tus asuntos y los colectivos, así como el ser creativo e involucrarse, son cosas que se aprenden por contraposición al modelo educativo.
Los mayores y las autoridades deciden, marcan límites en todos los ámbitos, en contraposición administrar es tomar decisiones con imaginación, ir más allá de la rutina.
Cuando encuentres alguien con mística, orden mental, capacidad inquisitiva e iniciativa, piensa que escapó a la represión, a la cerca de los límites.
Administrar es tomar decisiones. Es un proceso conciente sistemático de alcanzar objetivos mediante la combinación de los recursos humanos y los materiales a los que se puede acceder en cada circunstancia.
Le espera a Edgardo caminar sobre las espinas sin notarlo, captar la más amplia y minuciosa visión del objeto de gobierno, identificar sus problemas y los instrumentos para resolverlos, tomar el camino alternativo más idóneo y mantener el timón con firmeza cuando la nave apunta al horizonte.
Va a estar expuesto más de una vez a que aspiren a arrebatarle el timón o tentado a pasarlo a otras manos, pero esas son circunstancias a las que todos los que caminamos nos ocurren y no matan, educan
Administrar se parece al hacer una historia clínica, mucho de ello se aprende en las interrelaciones humanas y luego se aplica en la práctica personal.
Dejemos que esta conversación con Edgardo nos de cuenta de su vida.
Profesor Dr.Rudemar Antonio Blanco Oliva.
Edgardo
Rudemar A. Blanco: ¿Nombre completo?
Edgardo Ramos: Edgardo Ramos Verde.
Rudemar A Blanco: ¿Qué edad tienes?
Edgardo Ramos: 34años
R.BLanco: ¿Fecha y lugar de nacimiento?
E.Ramos: Montevideo el 17 de diciembre de 1975.
R. B: ¿Grupo familiar?
E.R: Padre y madre aún trabajadores, tres hermanos, dos de ellos biológicos, el otro es un primo hermano, que se crió en mi casa pues habían fallecido sus padres. Soy el del medio, mi hermano menor tiene diez años menos que yo. El otro me lleva cuatro años.
R.B: ¿Cual ha sido la relación con tus hermanos?
E.R: Si…con el mayor somos de la misma generación, y con el menor le llevamos como diez años, entonces es distinto.
RB:¿Tu primer amor?
ER: Mira, te voy a confiar algo, yo no era como los demás. Mi amor era servir a los demás, mi vocación era esa servir a los demás en las tareas políticas y sociales. Si me preguntas te diría: no soy un enamorado de ese tipo de devociones. Mi devoción fueron más las tareas políticas, sociales y deportivas.
No tuve amores, tuve compañeras de la vida. No tuve amores. Amores en realidad no.
R.B: En la escuela, una chiquilina que fuera la que más apreciabas, la amiga del alma…Una amistad profunda.
E.R: Ocurre que yo fui a los Maristas, y ocurre también que la educación de los hermanos Maristas era muy estricta y bastante inteligente. Allí eran muy estrictos en ese tipo de relaciones, las compañeras eran compañeras o hermanas. Las veíamos de otra manera, después puede ser que en el liceo se deformara un poco eso, pero fue poco significativo.
RB: Claro aprendieron a verlas como de la familia, del grupo de compañeros.
RB: ¿Cuáles son las características más elogiables de tu madre?
E.R: La tenacidad, es una verdadera representante del género femenino, te diría que es una trabajadora nata, una luchadora política, en los años 1980-85. Una mujer sinónimo de valores, ética y de honestidad. Militó en el grupo de Germán Araujo que fue candidato a senador en la LISTA 1001, en Democracia Avanzada.
RB: ¿Y de tu padre?
ER: Una persona de libra, de equilibrio, muy equilibrada, incapaz de tener excesos, una vida muy controlada.
Una persona de profunda tranquilidad, de paz interna, y mucho menos exabruptos.
RB: Yo soy de libra. ¿No has encontrado personas de otros signos que también tienen las características de ser justos, equilibrados, cuidadosos, con mucha paz interna? ¿El signo zodiacal nos determina?
ER: ¡Si como no! No soy muy creyente en ese tipo de la astrología…
Pero si se que los de libra tienden a tener otro equilibrio más especial, esas características más marcadas que los que somos de otros signos. Equilibrados y absolutamente equitativos, porque igualdad no es lo mismo que equidad.
RB. ¿Un recuerdo Feliz de la infancia que te marcó?
ER: Si, mi infancia fue muy deportiva, mi padre vio un talento en mí. Me llevó al Club Carabelas del barrio, después en el Dryco, después en Liverpool, luego pasé a la Liga Universitarias y por el año creo que noventa y pico jugué en la selección de la liga del Interior por el noventa y pico... Después ya a nivel competitivo jugué en equipos del interior. En Florida sobre todo.
RB: ¿Y un recuerdo de felicidad que resalte entre otros?
E.R: Fueron momentos en esa actividad deportiva.
Mi infancia fue muy deportiva. No era mucho de juguetes, me gustaban más los deportes al aíre libre.
RB: ¿Y el barrio, cómo era el barrio?
E.R: Brazo Oriental. Decías Brazo Oriental y te preguntaban ¿qué es eso, dónde queda? Entonces uno por timidez contestaba: es Prado y Atahualpa. Mi mama se enojaba por eso, porque no conocían el origen de Brazo Oriental, es un barrio con historia.
Está limitado por las calles Burgues, General Flores, Bulevar Artigas, José Batlle y Ordóñez. Lo que tiene de rico brazo oriental es que la Avenida San martín conduce hacia el Cerrito de la Victoria,
La avenida San Martín conduce hacia el Cerrito, Brazo Oriental la mayor parte de la Avenida San Martín conduce hasta El Cerrito por donde se produjo el éxodo y luego se recorrió con la consigna de “Ni vencidos ni vencedores” al final de la guerra, después de la Guerra Grande.
R.B: Claro, durante la Guerra Grande Oribe gobierna en El Cerrito, donde además se reúne el Parlamento. Fue durante el sitio a Montevideo que se extendió entre 1843 y 1851, año en que el 8 de octubre se firma la paz con la consigna que tu dices.
RB: ¿Un recuerdo triste?
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