Homenaje a Luís Fernández presidente de la Agrupación de Atletas del Uruguay.
Se leía en cada una de sus conductas que se trataba de un hombre inteligente, responsable, dedicado, trabajador. Un hombre que murió con las botas puestas, ¡no con las botas de guerra!, ¡si con las de la paz, la amistad, la solidaridad!; con las botas deportivas para corre como muy pocos pueden hacerlo.
A él le gustaría que no se le recordara únicamente como el directivo que presidió el florecimiento de esta agrupación, que hoy disfrutamos, sino como un atleta ejemplar que aun corría los diez kilómetros en cincuenta y pocos minutos.
El año pasado corrió todas las etapas del campeonato.
Nunca un adiós, siempre aquí con nosotros, mostrando el camino que trazó con su proceder.
Me pareció que siendo la vida una gran competencia debía, como lo he hecho hace pocos días con otro compañero, homenajear a Luís con algún tema que nos oriente para competir en la vida y en el deporte con un conocimiento fundamental para el éxito.
El tema que sigue fue escrito para el público en general en el diario La Republica hace unos años. Está tomado de artículos para estudiantes y profesionales que he publicado en la Universidad con anterioridad.
Un abrazo a familiares y amigos de Luís.
A él le gustaría que no se le recordara únicamente como el directivo que presidió el florecimiento de esta agrupación, que hoy disfrutamos, sino como un atleta ejemplar que aun corría los diez kilómetros en cincuenta y pocos minutos.
El año pasado corrió todas las etapas del campeonato.
Nunca un adiós, siempre aquí con nosotros, mostrando el camino que trazó con su proceder.
Me pareció que siendo la vida una gran competencia debía, como lo he hecho hace pocos días con otro compañero, homenajear a Luís con algún tema que nos oriente para competir en la vida y en el deporte con un conocimiento fundamental para el éxito.
El tema que sigue fue escrito para el público en general en el diario La Republica hace unos años. Está tomado de artículos para estudiantes y profesionales que he publicado en la Universidad con anterioridad.
Un abrazo a familiares y amigos de Luís.
Rudemar Antonio Blanco Oliva.
LA SALUD Proceso biosicosocial.
Dr. Rudemar A. Blanco.
Existen conocimientos e información básicos para conducir nuestras vidas y participar en las decisiones colectivas a los cuales rara vez tenemos la posibilidad de acceder. Esos conocimientos son patrimonio de unos pocos que conscientemente o no los monopolizan sirviéndose de ellos, divulguémoslos en homenaje a Luís, éste excelente deportista que tanto ha hecho desde su A.A.U. por la salud de los demás.
Los argumentos para mantener ése monopolio son variados pero no siempre responden a la realidad, lo cierto es que son una forma de poder que permiten a quienes los poseen acceder a más bienes sociales.
Esos conocimientos incluyen múltiples aspectos pero podríamos destacar los conocimientos acerca de nuestra biología, mente (la psiquis), sobre la sociedad, la administración, la salud.
Existen conocimientos e información básicos para conducir nuestras vidas y participar en las decisiones colectivas a los cuales rara vez tenemos la posibilidad de acceder. Esos conocimientos son patrimonio de unos pocos que conscientemente o no los monopolizan sirviéndose de ellos, divulguémoslos en homenaje a Luís, éste excelente deportista que tanto ha hecho desde su A.A.U. por la salud de los demás.
Los argumentos para mantener ése monopolio son variados pero no siempre responden a la realidad, lo cierto es que son una forma de poder que permiten a quienes los poseen acceder a más bienes sociales.
Esos conocimientos incluyen múltiples aspectos pero podríamos destacar los conocimientos acerca de nuestra biología, mente (la psiquis), sobre la sociedad, la administración, la salud.
Mi madre decía: “El que no sabe es como el que no ve y hay mucha gente que te prefiere ciego.”
El tercer milenio será de la democracia participativa apoyada en la autonomía personal para la justicia social, es por eso que creo en la necesidad de poner al alcance de la gente los logros del conocimiento científico, en particular lo aportado por la clínica y la epidemiología (estudio de la salud como fenómeno de los grupos humanos).
La salud es para cada momento de nuestra vida el resultado de nuestra herencia física y el aumento o disminución de ese potencial durante el período de existencia vivido.
La relación de nuestro cuerpo y mente con el medio ambiente produce una potenciación o un debilitamiento de nuestra capacidad personal.
La salud no es siempre del mismo grado así como la enfermedad tampoco lo es, y ambas situaciones se pueden medir por medio de la capacidad de adaptación al ambiente en que vivimos. Para saber acerca de la salud o la enfermedad no es siempre preciso establecer comparación con una norma o medida sino con las condiciones de cada individuo y del grupo.
La salud ocurre en un ser humano como unidad, nunca hay un hígado, un cerebro o un páncreas enfermo siempre hay un hombre enfermo.
La salud supone una lucha permanente por mantener nuestro organismo y mente con su composición, estructura y función, ordenados de tal modo que podamos soportar el esfuerzo que el medio ejerce sobre nosotros a través de sus efectos físicos, químicos, biológicos y de la sociedad.
La salud se asocia con el bienestar mientras que las situaciones de enfermedad se expresan por el malestar. Los limites entre la salud y la enfermedad son borrosos y no muy precisos en muchas situaciones en las cuales la enfermedad no se a instalado como para delatarse por los síntomas o signos. Por ejemplo un cáncer o una infección en sus etapas iniciales.
La salud o la enfermedad suelen provenir de las mismas causas: el ejercicio, físicas, el clima, sustancias químicas diversas, los microorganismos, las relaciones sociales.
Dentro de límites adecuados estos factores potencian la salud, mientras que el contacto violento con objetos sólidos, radiaciones, productos químicos nocivos, microorganismos, alimentos en exceso o tóxicos, relaciones sociales traumáticas, y/o drogas, conducen a la enfermedad.
La salud es el orden del sistema orgánico, la enfermedad es una forma precaria de orden biológico y psíquico, pero aun sigue siendo la vida en conflicto, camino que puede conducir a la muerte.
La salud y la enfermedad son situaciones contradictorias propias de la vida, la muerte es lo contrario. La vida es el orden, la muerte es la pérdida del orden físico y mental.
El tercer milenio será de la democracia participativa apoyada en la autonomía personal para la justicia social, es por eso que creo en la necesidad de poner al alcance de la gente los logros del conocimiento científico, en particular lo aportado por la clínica y la epidemiología (estudio de la salud como fenómeno de los grupos humanos).
La salud es para cada momento de nuestra vida el resultado de nuestra herencia física y el aumento o disminución de ese potencial durante el período de existencia vivido.
La relación de nuestro cuerpo y mente con el medio ambiente produce una potenciación o un debilitamiento de nuestra capacidad personal.
La salud no es siempre del mismo grado así como la enfermedad tampoco lo es, y ambas situaciones se pueden medir por medio de la capacidad de adaptación al ambiente en que vivimos. Para saber acerca de la salud o la enfermedad no es siempre preciso establecer comparación con una norma o medida sino con las condiciones de cada individuo y del grupo.
La salud ocurre en un ser humano como unidad, nunca hay un hígado, un cerebro o un páncreas enfermo siempre hay un hombre enfermo.
La salud supone una lucha permanente por mantener nuestro organismo y mente con su composición, estructura y función, ordenados de tal modo que podamos soportar el esfuerzo que el medio ejerce sobre nosotros a través de sus efectos físicos, químicos, biológicos y de la sociedad.
La salud se asocia con el bienestar mientras que las situaciones de enfermedad se expresan por el malestar. Los limites entre la salud y la enfermedad son borrosos y no muy precisos en muchas situaciones en las cuales la enfermedad no se a instalado como para delatarse por los síntomas o signos. Por ejemplo un cáncer o una infección en sus etapas iniciales.
La salud o la enfermedad suelen provenir de las mismas causas: el ejercicio, físicas, el clima, sustancias químicas diversas, los microorganismos, las relaciones sociales.
Dentro de límites adecuados estos factores potencian la salud, mientras que el contacto violento con objetos sólidos, radiaciones, productos químicos nocivos, microorganismos, alimentos en exceso o tóxicos, relaciones sociales traumáticas, y/o drogas, conducen a la enfermedad.
La salud es el orden del sistema orgánico, la enfermedad es una forma precaria de orden biológico y psíquico, pero aun sigue siendo la vida en conflicto, camino que puede conducir a la muerte.
La salud y la enfermedad son situaciones contradictorias propias de la vida, la muerte es lo contrario. La vida es el orden, la muerte es la pérdida del orden físico y mental.
Es entonces la salud un fenómeno cuya expresión de bienestar resulta de procesos de adaptación de orden físico y mental, consecuencia de la interacción e intercambio equilibrado, dinámico, cambiante, de del individuo y las sociedades humanas con el medio.
Desde el enfoque de los valores la salud adquiere un carácter de derecho esencial en cuanto supone junto con la vida, el bien más preciado para el hombre. Sobre todo si se acepta que la sociedad se centra en la búsqueda del bienestar de la comunidad, de la búsqueda de una creciente calidad de vida de la población.
El complejo entramado de la materia en un ser vivo, la trama de relaciones dentro de la especie, las relaciones con otras especies, las relaciones con la naturaleza sin vida, y el entretejido sutil de las sociedades humanas con su influencia cada día mayor sobre la especie y el resto de la naturaleza es el escenario de la salud y la enfermedad.
La salud consiste en mantener el orden interno, de manera que la salud de un individuo o especie dependerá de su capacidad de imponer el mismo orden a la materia que circula por su interior proveniente de los alimentos, aire, etc. La imposición de ese orden dinámico ocurre por los procesos de reposición de su propia constitución, el crecimiento y reproducción.
La salud y la enfermedad como hecho colectivo expresa los aspectos esenciales del desarrollo del potencial productivo, las interacciones entre los individuos, grupos y clases, las peculiares relaciones con el medio, que son propios para distintos momentos de la historia del hombre y la naturaleza.
Hoy el problema fundamental del equilibrio de la vida con su medio se centra en el desarrollo de las sociedades humanas.
La salud depende, además de las interrelaciones entre los seres vivos entre sí y con su medio, de la introducción de productos de trabajo de hombre, del consumo y transformación de la realidad.
El bienestar está mediado por la producción y consumo de bienes. Esos bienes son materiales y culturales.
El estudio de la salud supone además de los conocimientos científicos y técnicos de la naturaleza, los vinculados con el estudio del pensamiento y la sociedad. Con la aparición del hombre se incorporan dos nuevos campos, surgen nuevos procesos objetivos, el pensamiento (la psiquis) y la sociedad humana.
No bastará para el estudio de los fenómenos de la salud y la enfermedad con el conocimiento de las leyes que rigen la materia sin vida y lo biológico, es preciso recurrir a las leyes de la historia, la economía, la sociología, el derecho, la psicología, antropología, política, administración, ética, etc.
El fenómeno salud-enfermedad en el hombre no es sólo biológico como tampoco es sólo social; ambos enfoques son unilaterales y niegan el carácter integral del objeto de estudio.
El hombre es un ser biológico que es capaz de pensar, y de vivir en sociedades que se expresan históricamente por una cultura determinada.
Una descripción de los factores que influyen en los estados de salud-enfermedad de las poblaciones humanas incluye: Aspectos del desarrollo de las fuerzas productivas y cantidad y calidad de bienes materiales y servicios producidos, el tipo de relaciones de producción y reproducción, formas de distribución del poder económico, político y social, normas legales, lasformas de comercialización, conservación, distribución y consumo de los bienes materiales y servicios que la sociedad produce, y el desarrollo ideológico de la sociedad, que incluye conocimientos y difusión, valores, sentimientos, creencias, conductas y hábitos de personas y grupos en sus relaciones con la naturaleza y la sociedad.
Aspectos vinculados con la geografía, clima y medio biológico como suelo, temperatura, humedad, lluvias, vientos, presión atmosférica, altitud, red fluvial, flora, fauna, grado de conservación de la naturaleza, y preservación o deterioro del medio ambiente. Además de las características étnicas y demográficas de la población.
El contexto económico-social no sólo determina la forma de existencia material en relación con la salud y la enfermedad sino las formas de representación mental de los hechos.
Pensamos los hechos de acuerdo con la sociedad en que vivimos y el lugar que se nos ha asignado y/o elegido en ella.
La salud y la enfermedad adquieren así en lo conceptual perfiles diversos de acuerdo al momento histórico y a los grupos sociales e individuos que las reflejan.
Los intercambios de materia, energía e información del individuo y la población con la naturaleza se regulan por intermedio de la producción de bienes materiales y servicios.
Esos bienes materiales podemos ejemplificarlos a través de la alimentación ya que el hombre no se provee hoy directamente de la naturaleza sino mediante el uso de instrumentos con los que cultiva los vegetales y realiza la selección y cría de animales para el consumo.
El micro-clima que lo preserva contra los cambios climáticos u otras agresiones se materializa en la vivienda y la vestimenta.
La vivienda aporta otros aspectos imprescindibles para la vida como son instalaciones para la elaboración y conservación de alimentos, agua potable, energía eléctrica, sistema de eliminación de aguas servidas y excretas, calefacción, servicios higiénicos, medios de recreación y una ambientación que facilita el descanso y bienestar mental.
En cuanto a la producción de servicios se destacan los servicios educativos y de salud.
Con el avance de los conocimientos en cantidad y calidad, ha sido preciso crear servicios educativos, formas de educación sistemática, dirigidas a trasmitir conocimientos, formas de conducta, valores, sentimientos, sobre todo apoyados en la ciencia y la técnica que hagan posible la preservación y desarrollo de la cultura. Permitiendo a las nuevas generaciones participar de la producción, adoptar pautas de conducta, valores, sentimientos, hábitos de vida que aporten al equilibrio individual, colectivo y con la naturaleza.
La producción humana ofrece al individuo y a la sociedad los elementos fundamentales para la vida.
Hoy día el proceso de producción ha alcanzado un nivel de desarrollo e integración que lo socializa aún más. La socialización creciente de la producción de bienes y servicios hace que dependamos para sobrevivir del esfuerzo social del conjunto de la población, de la práctica socializada.
El nivel de vida, que expresa cantidad y calidad de recursos provistos por la sociedad y la calidad de las relaciones sociales, fuente del bienestar de la población, dependen del desarrollo de las fuerzas productivas.
La calidad de vida depende del esfuerzo común, es básicamente social e irreversible en condiciones normales. El hombre, para conservar su vida, para alcanzar el bienestar, para sobrevivir, no tiene otra opción que el trabajo productivo social.
La producción de bienes y servicios, generadores de alimentación, vivienda, vestido, saneamiento ambiental, comunicaciones, recreación, educación, atención de la salud, es el medio con el que la especie humana regula la relación con la naturaleza y la sociedad, son la fuente de la salud.
En los niveles de vida de la población se materializan las posibilidades de salud que la sociedad ofrece a los individuos y los grupos. Muchas opciones son de carácter individual.
Entre las personas existe variabilidad de carácter biológico que integra el dualismo biosocial de cuya sumatoria resultan las situaciones individuales objeto de estudio de la clínica. Constituye la identificación de los perfiles de salud-enfermedad individual que orientan la atención de los mismos por parte de los profesionales de la salud que se ocupan de la atención del individuo (la clínica)
Las diferencias de carácter social pueden tener también mayor o menor importancia para la salud, por ejemplo el lugar que se ocupa en la división social del trabajo puede hacer que un individuo esté expuesto a contraer determinadas enfermedades laborales o no contar con los ingresos adecuados.
Sin embargo, la clasificación de los hombres en grupos en función de la calidad de vida a que acceden, que claro está dependerá de las posibilidades de apropiación en cantidad y calidad de bienes materiales y servicios, es un elemento principal para determinar su grado de probabilidad de salud y exposición al riesgo de enfermar.
El ingreso permite estratificar a los integrantes de la sociedad por escalas, lo que establece un criterio cuantitativo acerca de la posibilidad potencial de consumir un volumen menor o mayor de bienes materiales. Si bien el ingreso no nos permite conocer la cantidad y calidad de consumo de los distintos componentes, nos ofrece la probabilidad de esos grupos de acceder a un determinado grado de bienes y servicios relacionados con su calidad de vida.
Luego dependerá de sus hábitos y costumbres como lo son una dieta sana, actividad física, descanso, recreación, o adicciones deletéreas como el alcohol, el cigarro, el sedentarismo, la obesidad, las drogas.
Es así, objetivamente, que los propietarios de la producción, los propietarios del dinero, los intermediarios, los sectores vinculados con la dirección de los asuntos políticos, militares, científicos y técnicos acceden a una proporción mayor de bienes materiales y servicios, acceden a un mejor nivel de vida, mayor bienestar, mayor y mejor estado de salud individual, familiar y grupal.
La desnutrición, vivienda inadecuada, falta de agua potable y eliminación de excretas, exceso de trabajo, falta de trabajo, niveles de educación deficientes, violencia, calidad de las relaciones humanas inadecuadas, medio ambiente contaminado, falta de recreación, adicciones, precaria atención médica, son las principales determinantes de la enfermedad y mortalidad en las poblaciones humanas.
Las investigaciones, entre ellas las nuestras, demuestran el comportamiento diferente de la salud y la enfermedad a medida que decrecen las posibilidades de los grupos humanos en la sociedad.
La diferenciación social se expresa en diferenciación en el modo de vivir, de enfermar o morir de las diferentes personas. Los perfiles de salud-enfermedad de los diferentes países, grupos, clases sociales, individuos confirman la hipótesis. .
El proceso clínico de éste o aquel enfermo es la síntesis de como opera el conjunto de causas biológicas, sicológicas y sociales en su espacio personal.
Cada una de las formas de orientar positivamente los componentes de la red de causas que hacen la salud y la enfermedad son mercancías expuestas a la lucha feroz de la oferta y la demanda, de donde surgen como consecuencia de su apropiación los perfiles individuales y colectivos de salud-enfermedad.
De este proceso resulta también el grado de conservación o deterioro de la biosfera.
Detrás del accidente de automóvil con lesiones graves, de la infección por bacterias o virus, del suicidio, de la arteriosclerosis, de la neurosis, de la intoxicación, de la caries, de los tumores malignos, del envejecimiento prematuro, la desnutrición,, invalidez y muerte existe una red de causas a las cuales no les hemos puesto una barrera en el camino para influir en sus efectos nocivos, ni desplegamos toda la eficacia y eficiencia del potencial científico y técnico para la curación y rehabilitación.
La salud es más que atención clínica, y la epidemiología es más que un instrumento de la atención médica es una ciencia cuya responsabilidad es aportar al conocimiento de la salud de la sociedad y proponer soluciones técnicas apoyadas en esos conocimientos para potenciar la salud, prevenir las enfermedades, curar y rehabilitar frente a la enfermedad inevitable.
Es así que es preciso a la hora de adoptar definiciones programáticas para atender la salud individual o colectiva apoyarse en definiciones claras y científicamente fundamentadas para no perderse en los múltiples encrucijadas que el camino presenta.
No construyamos un hospital en el fondo del abismo sino una barrera en el borde del mismo, una sociedad mas justa e informada es la mejor barrera contra la enfermedad, la invalidez y la muerte.
El deporte es un recurso esencial para ello.
Desde el enfoque de los valores la salud adquiere un carácter de derecho esencial en cuanto supone junto con la vida, el bien más preciado para el hombre. Sobre todo si se acepta que la sociedad se centra en la búsqueda del bienestar de la comunidad, de la búsqueda de una creciente calidad de vida de la población.
El complejo entramado de la materia en un ser vivo, la trama de relaciones dentro de la especie, las relaciones con otras especies, las relaciones con la naturaleza sin vida, y el entretejido sutil de las sociedades humanas con su influencia cada día mayor sobre la especie y el resto de la naturaleza es el escenario de la salud y la enfermedad.
La salud consiste en mantener el orden interno, de manera que la salud de un individuo o especie dependerá de su capacidad de imponer el mismo orden a la materia que circula por su interior proveniente de los alimentos, aire, etc. La imposición de ese orden dinámico ocurre por los procesos de reposición de su propia constitución, el crecimiento y reproducción.
La salud y la enfermedad como hecho colectivo expresa los aspectos esenciales del desarrollo del potencial productivo, las interacciones entre los individuos, grupos y clases, las peculiares relaciones con el medio, que son propios para distintos momentos de la historia del hombre y la naturaleza.
Hoy el problema fundamental del equilibrio de la vida con su medio se centra en el desarrollo de las sociedades humanas.
La salud depende, además de las interrelaciones entre los seres vivos entre sí y con su medio, de la introducción de productos de trabajo de hombre, del consumo y transformación de la realidad.
El bienestar está mediado por la producción y consumo de bienes. Esos bienes son materiales y culturales.
El estudio de la salud supone además de los conocimientos científicos y técnicos de la naturaleza, los vinculados con el estudio del pensamiento y la sociedad. Con la aparición del hombre se incorporan dos nuevos campos, surgen nuevos procesos objetivos, el pensamiento (la psiquis) y la sociedad humana.
No bastará para el estudio de los fenómenos de la salud y la enfermedad con el conocimiento de las leyes que rigen la materia sin vida y lo biológico, es preciso recurrir a las leyes de la historia, la economía, la sociología, el derecho, la psicología, antropología, política, administración, ética, etc.
El fenómeno salud-enfermedad en el hombre no es sólo biológico como tampoco es sólo social; ambos enfoques son unilaterales y niegan el carácter integral del objeto de estudio.
El hombre es un ser biológico que es capaz de pensar, y de vivir en sociedades que se expresan históricamente por una cultura determinada.
Una descripción de los factores que influyen en los estados de salud-enfermedad de las poblaciones humanas incluye: Aspectos del desarrollo de las fuerzas productivas y cantidad y calidad de bienes materiales y servicios producidos, el tipo de relaciones de producción y reproducción, formas de distribución del poder económico, político y social, normas legales, lasformas de comercialización, conservación, distribución y consumo de los bienes materiales y servicios que la sociedad produce, y el desarrollo ideológico de la sociedad, que incluye conocimientos y difusión, valores, sentimientos, creencias, conductas y hábitos de personas y grupos en sus relaciones con la naturaleza y la sociedad.
Aspectos vinculados con la geografía, clima y medio biológico como suelo, temperatura, humedad, lluvias, vientos, presión atmosférica, altitud, red fluvial, flora, fauna, grado de conservación de la naturaleza, y preservación o deterioro del medio ambiente. Además de las características étnicas y demográficas de la población.
El contexto económico-social no sólo determina la forma de existencia material en relación con la salud y la enfermedad sino las formas de representación mental de los hechos.
Pensamos los hechos de acuerdo con la sociedad en que vivimos y el lugar que se nos ha asignado y/o elegido en ella.
La salud y la enfermedad adquieren así en lo conceptual perfiles diversos de acuerdo al momento histórico y a los grupos sociales e individuos que las reflejan.
Los intercambios de materia, energía e información del individuo y la población con la naturaleza se regulan por intermedio de la producción de bienes materiales y servicios.
Esos bienes materiales podemos ejemplificarlos a través de la alimentación ya que el hombre no se provee hoy directamente de la naturaleza sino mediante el uso de instrumentos con los que cultiva los vegetales y realiza la selección y cría de animales para el consumo.
El micro-clima que lo preserva contra los cambios climáticos u otras agresiones se materializa en la vivienda y la vestimenta.
La vivienda aporta otros aspectos imprescindibles para la vida como son instalaciones para la elaboración y conservación de alimentos, agua potable, energía eléctrica, sistema de eliminación de aguas servidas y excretas, calefacción, servicios higiénicos, medios de recreación y una ambientación que facilita el descanso y bienestar mental.
En cuanto a la producción de servicios se destacan los servicios educativos y de salud.
Con el avance de los conocimientos en cantidad y calidad, ha sido preciso crear servicios educativos, formas de educación sistemática, dirigidas a trasmitir conocimientos, formas de conducta, valores, sentimientos, sobre todo apoyados en la ciencia y la técnica que hagan posible la preservación y desarrollo de la cultura. Permitiendo a las nuevas generaciones participar de la producción, adoptar pautas de conducta, valores, sentimientos, hábitos de vida que aporten al equilibrio individual, colectivo y con la naturaleza.
La producción humana ofrece al individuo y a la sociedad los elementos fundamentales para la vida.
Hoy día el proceso de producción ha alcanzado un nivel de desarrollo e integración que lo socializa aún más. La socialización creciente de la producción de bienes y servicios hace que dependamos para sobrevivir del esfuerzo social del conjunto de la población, de la práctica socializada.
El nivel de vida, que expresa cantidad y calidad de recursos provistos por la sociedad y la calidad de las relaciones sociales, fuente del bienestar de la población, dependen del desarrollo de las fuerzas productivas.
La calidad de vida depende del esfuerzo común, es básicamente social e irreversible en condiciones normales. El hombre, para conservar su vida, para alcanzar el bienestar, para sobrevivir, no tiene otra opción que el trabajo productivo social.
La producción de bienes y servicios, generadores de alimentación, vivienda, vestido, saneamiento ambiental, comunicaciones, recreación, educación, atención de la salud, es el medio con el que la especie humana regula la relación con la naturaleza y la sociedad, son la fuente de la salud.
En los niveles de vida de la población se materializan las posibilidades de salud que la sociedad ofrece a los individuos y los grupos. Muchas opciones son de carácter individual.
Entre las personas existe variabilidad de carácter biológico que integra el dualismo biosocial de cuya sumatoria resultan las situaciones individuales objeto de estudio de la clínica. Constituye la identificación de los perfiles de salud-enfermedad individual que orientan la atención de los mismos por parte de los profesionales de la salud que se ocupan de la atención del individuo (la clínica)
Las diferencias de carácter social pueden tener también mayor o menor importancia para la salud, por ejemplo el lugar que se ocupa en la división social del trabajo puede hacer que un individuo esté expuesto a contraer determinadas enfermedades laborales o no contar con los ingresos adecuados.
Sin embargo, la clasificación de los hombres en grupos en función de la calidad de vida a que acceden, que claro está dependerá de las posibilidades de apropiación en cantidad y calidad de bienes materiales y servicios, es un elemento principal para determinar su grado de probabilidad de salud y exposición al riesgo de enfermar.
El ingreso permite estratificar a los integrantes de la sociedad por escalas, lo que establece un criterio cuantitativo acerca de la posibilidad potencial de consumir un volumen menor o mayor de bienes materiales. Si bien el ingreso no nos permite conocer la cantidad y calidad de consumo de los distintos componentes, nos ofrece la probabilidad de esos grupos de acceder a un determinado grado de bienes y servicios relacionados con su calidad de vida.
Luego dependerá de sus hábitos y costumbres como lo son una dieta sana, actividad física, descanso, recreación, o adicciones deletéreas como el alcohol, el cigarro, el sedentarismo, la obesidad, las drogas.
Es así, objetivamente, que los propietarios de la producción, los propietarios del dinero, los intermediarios, los sectores vinculados con la dirección de los asuntos políticos, militares, científicos y técnicos acceden a una proporción mayor de bienes materiales y servicios, acceden a un mejor nivel de vida, mayor bienestar, mayor y mejor estado de salud individual, familiar y grupal.
La desnutrición, vivienda inadecuada, falta de agua potable y eliminación de excretas, exceso de trabajo, falta de trabajo, niveles de educación deficientes, violencia, calidad de las relaciones humanas inadecuadas, medio ambiente contaminado, falta de recreación, adicciones, precaria atención médica, son las principales determinantes de la enfermedad y mortalidad en las poblaciones humanas.
Las investigaciones, entre ellas las nuestras, demuestran el comportamiento diferente de la salud y la enfermedad a medida que decrecen las posibilidades de los grupos humanos en la sociedad.
La diferenciación social se expresa en diferenciación en el modo de vivir, de enfermar o morir de las diferentes personas. Los perfiles de salud-enfermedad de los diferentes países, grupos, clases sociales, individuos confirman la hipótesis. .
El proceso clínico de éste o aquel enfermo es la síntesis de como opera el conjunto de causas biológicas, sicológicas y sociales en su espacio personal.
Cada una de las formas de orientar positivamente los componentes de la red de causas que hacen la salud y la enfermedad son mercancías expuestas a la lucha feroz de la oferta y la demanda, de donde surgen como consecuencia de su apropiación los perfiles individuales y colectivos de salud-enfermedad.
De este proceso resulta también el grado de conservación o deterioro de la biosfera.
Detrás del accidente de automóvil con lesiones graves, de la infección por bacterias o virus, del suicidio, de la arteriosclerosis, de la neurosis, de la intoxicación, de la caries, de los tumores malignos, del envejecimiento prematuro, la desnutrición,, invalidez y muerte existe una red de causas a las cuales no les hemos puesto una barrera en el camino para influir en sus efectos nocivos, ni desplegamos toda la eficacia y eficiencia del potencial científico y técnico para la curación y rehabilitación.
La salud es más que atención clínica, y la epidemiología es más que un instrumento de la atención médica es una ciencia cuya responsabilidad es aportar al conocimiento de la salud de la sociedad y proponer soluciones técnicas apoyadas en esos conocimientos para potenciar la salud, prevenir las enfermedades, curar y rehabilitar frente a la enfermedad inevitable.
Es así que es preciso a la hora de adoptar definiciones programáticas para atender la salud individual o colectiva apoyarse en definiciones claras y científicamente fundamentadas para no perderse en los múltiples encrucijadas que el camino presenta.
No construyamos un hospital en el fondo del abismo sino una barrera en el borde del mismo, una sociedad mas justa e informada es la mejor barrera contra la enfermedad, la invalidez y la muerte.
El deporte es un recurso esencial para ello.
23/4/2009 Dr. Rudemar Antonio Blanco Oliva.