viernes, 4 de marzo de 2011

Historias del Atletismo Internacional (Ana Fidelia Quirot)

Ana Fidelia Quirot
Artículo de referencia
Ana Fidelia Quirot
Ana Fidelia.jpg
Nombre Ana Fidelia Quirot Moret
Nacimiento 23 de marzo de 1963
Palma Soriano, Santiago de Cuba, Bandera de Cuba Cuba
Otros nombres La Tormenta del Caribe
Ocupación Deportista cubana (atletismo)
Premios Sub Campeona Olímpica, Panamericana, Centroamericana y Mundial
Ana Fidelia Quirot Moret, también conocida en el mundo del atletismo deportivo como "La Tormenta del Caribe" es una corredora cubana. Se le considera como una gloria deportiva y es ejemplo de valor y entrega incondicional al deporte. Su desempeño deportivo le hizo acreedora de lauros y condecoraciones, siendo cinco veces campeona del Gran Prix desde 1987 hasta 1991, siendo además seleccionada como la atleta más destacada de Cuba en los años 1987, 1988, 1989, 1990 y 1991.
Actualmente se encuentra retirada del deporte activo, pero continúa trabajando en función de desarrollar el atletismo cubano. Participa en eventos de veteranos y glorias del deporte, además en relaciones públicas en el centro de la Federación Internacional de Atletismo Amateur (IAAF) con sede en Cuba.

 

  Síntesis biográfica

Nace el 23 de marzo de 1963 en Palma Soriano, unos de los municipios de la provincia de Santiago de Cuba, en la región oriental de Cuba. Se desarrolló como atleta en las disciplinas de campo y pista.
Comienza sus entrenamientos a los 12 años y en 1983 se incorpora a la selección nacional cubana de alto rendimiento. Desde ese momento comienza a obtener importantes reconocimientos nacionales e internacionales.
Este símbolo eterno del atletismo cubano cuenta como mayores tesoros sus dos pequeños hijos Carla Fidelia y Alberto Alejandro, de 10 y 9 años respectivamente.

Trayectoria deportiva

Desde sus inicios en el deporte, se caracterizó por su disciplina en los entrenamientos y clases técnicas de alto rendimiento, por lo que pronto sus entrenadores vislumbraron un futuro que prometía triunfos, debido a sus condiciones físicas, tenacidad y perseverancia.
Una de las primeras experiencias fuera de Cuba fueron los XIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, efectuados en Medellín, Colombia, en 1978, cuando solo tenía 15 años, donde conquistó la medalla de oro en la modalidad del relevo de cuatro por 400.
Participó en importantes eventos nacionales e internacionales y sus triunfos fueron ascendentes, multiplicó las preseas sin tregua sobresaliendo para elevarse al más alto nivel mundial.
En el año 2003 fue registrada en el Salón de la Fama del Atletismo de Centroamérica y el Caribe y en el 2010, Blas Beato, su entrenador.

Accidente doméstico

El 22 de enero del año 1993, sufrió un trágico accidente doméstico que la puso en peligro de muerte. Como resultado sufrió quemaduras de 2do y 3er grado en un gran por ciento de su cuerpo. Fue atendida en el hospital Hermanos Ameijeiras y recibió una visita que, según sus propias palabras "fue como experimentar un canto a la vida", era el comandante en jefe Fidel Castro Ruz, quien, preocupado por su estado de salud le manifestó: "En estos momentos, no importa que vuelvas a la alta competición, lo que realmente interesa es que te recuperes". Estuvo en la cabecera de su cama para brindarle todo el aliento que necesitaba para luchar por la vida. Ana Fidelia resurgiría luego como el ave Fénix.
Contó con el apoyo profesional del personal médico y además, no le faltó durante este duro proceso de lucha, la constante preocupación y mensajes de aliento de todo el pueblo cubano que siguió paso a paso toda la etapa de convalecencia, factores determinantes para su recuperación.
Pero la lucha apenas comenzaba pues debía enfrentarse a otro proceso, la fase de cirugías reconstructivas, la que se compuso de 21 intervenciones quirúrgicas que le permitieron ganar movilidad en las partes dañadas de su cuerpo. Luego le continuaron secciones muy duras de entrenamiento, pero una vez más demostró la tenacidad y entereza de una campeona, tenía que cumplir con el compromiso de volver a las pistas del mundo y ubicarse entre las mejores corredoras de 800 metros planos.

Reincorporación

Este compromiso no tarda en cumplirse y con la movilidad de un brazo todavía limitada, participó en los Juegos centrocaribeños de Ponce, en Puerto Rico donde logró la medalla de plata. Posteriormente, en 1995, dos años después de la recuperación se presentó en el Campeonato Mundial de Atletismo en Gotemburgo, Suecia y gana la medalla de oro, proclamándose campeona en los 800 metros planos con un tiempo de un minuto 56.11 segundos, la mejor marca personal y récord de Cuba, hazaña que repitió en Atenas, Grecia, en 1997.
En las Olimpíadas de Atlanta clasificó en segundo lugar, ganando una medalla de plata olímpica, esta actuación sensibilizó al Comandante en Jefe Fidel Castro, el cual expresó, "(...) porque vimos en ella la culminación de una batalla heroica de años. Por eso, cuando un periodista me preguntó, yo le dije que ella no había ganado medalla de oro, pero sí había ganado medalla de diamante" y ese mismo día le impuso a Ana Fidelia la Medalla de la dignidad, en la que aparece grabada la imagen de la bandera cubana.

Resultados

Atesoró muchos lauros en su larga carrera deportiva, como el trofeo de la Comunidad Iberoamericana, entregado por los Reyes de España como la Mejor Deportista del Área, en 1988, obtuvo el galardón como la Mejor Deportista del Mundo de su disciplina, que tuvo lugar en Mónaco. Obtuvo otros, estando entre los más significativos:
  • 1978: Medalla de oro en los XIII y XIV Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Medellín, República de Colombia, y La Habana, Cuba, en 1982.
  • 1979: Medalla de oro en los VIII Juegos Panamericanos, en San Juan, Puerto Rico.
  • 1981: Medalla de oro en el Campeonato Centroamericano de Atletismo, en Santo Domingo, República Dominicana.
  • 1983: Medalla de oro en el Campeonato Internacional de Atletismo, en Barcelona, España, y en La Habana, Cuba, en 1986.
  • 1983: Medalla de oro en el Campeonato Centroamericano de Atletismo, en La Habana, Cuba.
  • 1983: Medalla de plata y de bronce en los Juegos Panamericanos en Caracas, Venezuela.
  • 1985: Medalla de oro en el Campeonato Centroamericano y del Caribe, en San Juan, Puerto Rico.
  • 1986: Medalla de oro en el Campeonato Centroamericano y del Caribe, en México.
  • 1986: Medalla de oro en el Campeonato Internacional de Atletismo, en México.
  • 1987: Medalla de oro en los X Juegos Panamericanos, en Indianápolis, Estados Unidos.
  • 1988: Trofeo Comunidad Iberoamericana, entregado por los Reyes de España como la Mejor Deportista del Área.
  • 1989: Medalla de oro en el Campeonato Internacional de Atletismo, en Barcelona, España.
  • 1989: Medalla de oro en la Universidad de Duisburgo, Alemania.
  • 1989: Triple campeona de la Copa del Mundo, en Barcelona, España.
  • 1990: Medalla de plata en el Campeonato Centroamericano de Atletismo, Santo Domingo, República Dominicana.
  • 1991: Medalla de oro y plata en los XI Juegos Panamericanos, en La Habana, Cuba.
  • 1991: Medalla de plata en el Campeonato Mundial de Tokio, Japón.
  • 1992: Medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Barcelona, España.
  • 1993: Medalla de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Ponce, Puerto Rico.
  • 1995: Campeona mundial, en Gotemburgo, Suecia.
  • 1996: Medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta, Estados Unidos.
  • 1997: Campeona mundial, en Atenas, Grecia.

Condecoración Orden al Mérito Deportivo

La presencia del Comandante Fidel Castro en el deporte cubano se puso de manifiesto nuevamente el 13 de septiembre de 1995, en el Acto de condecoración a Ana Fidelia con la Orden al Mérito Deportivo, donde expresó:
"Para salvar a Ana Fidelia Quirot se juntaron dos cosas: un milagro de la ciencia y la técnica con un milagro de la voluntad humana…"
"No me viene a la mente ningún otro ejemplo igual a la decisión, la voluntad y la consagración de Ana Fidelia de regresar a las pistas y volver a obtener los laureles que obtuvo…"
"Admirábamos a Ana Fidelia por su voluntad de hierro y el colosal esfuerzo para obtener el título de campeona mundial de 800 metros, que viene a ser un premio merecido a uno de los actos de solidaridad, a la más grande hazaña deportiva que hemos realizado, y a uno de los esfuerzos más grandes que se hayan hecho en el deporte jamás. La historia del deporte se lo agradecerá…"
"Hemos obtenido muchas victorias deportivas, pero no creo que haya ocurrido nunca algo tan emocionante, que estremeciera, que sacudiera todas las fibras del alma y del cuerpo, como la noticia de esa victoria, de esa hazaña, de esa proeza sin precedentes, de ese ejemplo que nos dio a todos, de esa enseñanza tan necesaria hoy más que nunca, de no declararnos jamás vencidos, de no considerar que haya algo imposible. Ana Fidelia, la historia recordará siempre tú proeza…"
"No hacían falta los laureles de las medallas de oro para admirar el colosal esfuerzo de voluntad que ella hizo y el esfuerzo de todos los demás…"
"También estaban los entrenadores, los instructores, quienes participaron con el equipo médico como parte de la rehabilitación, para devolverle la salud lo mejor posible…"
"Ana Fidelia: este símbolo (la medalla de oro), estará siempre unido a tu hazaña y a tu nombre…"
"Algo puedo decir puesto que viví muy cerca esta historia desde los primeros momentos, cuando llegaron las noticias realmente dolorosas, dramáticas, de la situación en que se encontraba Ana Fidelia, y donde lo que se discutía en esos momentos era si podía salvársele la vida o no. Así que en aquel momento la lucha era por la vida de Ana Fidelia, no se podía pensar en otra cosa, y su estado era muy delicado…"
"Realmente he visto pocos casos. Ahí se inicia la historia de la lucha por la vida, en que los médicos realizaron una gran proeza y lo hicieron con enorme cariño, con una voluntad y decisión tremendas de alcanzar los objetivos…"
"Preservaron la vida de Ana Fidelia. Fue realmente un triunfo de la medicina; pero triunfos de la medicina los tenemos todos los días. Es precisamente lo que ocurre después lo que convierte ese triunfo en un triunfo excepcional…"
"Por fin se comenzó a apreciar que se había logrado algo más que salvarle la vida, salvar, incluso, las condiciones físicas de Ana Fidelia…"
"Viene la historia posterior en que ya comienza una rehabilitación más amplia y se lucha por rehabilitar como atleta a Ana Fidelia…"
"Sin lo que hicieron los médicos, habría sido imposible que ella pudiera volver a actuar como atleta; ahora, sin lo que ella hizo después, aquella victoria médica, de los entrenadores y de todo el mundo, no tendría el valor que tiene…"
"Considero que esa es la más grande hazaña deportiva que hemos realizado. Y si podemos hablar de hazaña médica, lo que potenció esa hazaña médica, técnica, y el trabajo de todos los demás, fue el esfuerzo que ella hizo, la voluntad de hierro que demostró, la energía, el tesón, la decisión de vencer, la decisión de realizar lo imposible…"